Rotundamente sí.
Una tarde cualquiera a mitad de semana, una ventolera buena, buena, buena; amigos, y un refrescante tercio de última hora para celebrar debidamente la navegada... todo ello se alinea y sin duda mañana acudiré con otro talante a la oficina.
Ténganlo claro.
Buen ambiente para ser un miércoles, y es que hay muchas ganas:
Buen ambiente para ser un miércoles, y es que hay muchas ganas:
El regalo final, esa luz que se abre paso entre las densas nubes. Proporciona imágenes de belleza singular que quedan grabadas para siempre en nuestras mentes. Ejemplo clarificador:
Al final, a algunos se nos echó la noche encima mientras recogíamos el equipo. Derrotados por el esfuerzo, y lloviendo un poco a ratos, me cambié de ropa, guardé como pude el material empapado en el maletero, y rematamos la faena en el chiringuito Der Matías, entre risas y animada charla.
Una tarde para quitarse el sombrero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.