miércoles, 23 de diciembre de 2015

Singletrack fury: corto, intenso.

Uno hace lo que puede. Las cábalas, carambolas, puzzles, que a veces son necesarios, nos pueden permitir gozar de un rato moviendo el pedalier, que siempre es mejor que no hacer nada. 
Menos tiempo para dedicar a una ruta hace que ésta se convierta en algo intenso, frenético, vital. 


El terreno en inmejorable estado tras las lluvias recientes, nos presenta senderos de todo tipo, mis adorados singletracks, a veces salpicados con salpicadores charcos de escasa enjundia, que hacen la experiencia, si cabe, más disfrutona y feliz.


El arma escogida para tan singular combate fue mi adorada Sawyer, bici muy especial para mí por diversos motivos. Llegó a mi garaje en un momento importante de inflexión en mi vida, como ustedes recordarán si siguen éste, mi bloc. Es la única 29er entre todas mis otras 26ers, con cuadro de acero directamente inspirado por las klunkers de antaño y diseñada por el mismo y gran Gary. Gary Fisher, me vengo a referir, claro está.

Pasando a cuestiones más mundanas, que no falte el inoportuno y poco agraciado auto-retrato, que a saber dónde quería enfocar el gayfón:


Como les dije al inicio, ruta breve, apenas hora y cuarto, pero a buen ritmo. Este es el trazado plasmado en topomapa a traves de satélite globalmente posicionado:


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