Como son los mismos se supone que se manifiestan contra la misma guerra. ¿Pero cuál? Los de filiación frapera, como Pablo Iglesias, a lo mejor han leído, junto a las obras de Enver Hoxa, las grandes novelas de Kadaré, en las que el tiempo desaparece entre la niebla y los generales vagan en busca de ejércitos que ya no saben si mandaron o combatieron.
Pero, ¿y los pacifistas? ¿Se manifiestan contra la guerra de Vietnam -es decir, a favor de Ho Chi Minh, el genocida cuya camiseta exhibía Willy Toledo, de Pol Pot o de los comunistas laosianos, asesinos en masa de sus pueblos tras la retirada norteamericana de Saigón? ¿O contra la I Guerra del Irak, -la de González, Serra y los reclutas de Marta Sánchez-? ¿O es contra la de Afganistán, de los USA contra los talibanes tras el 11-S? ¿O es, doce años después, contra la II Guerra de Irak -a la que, aunque insistan, Aznar, el de la foto, no mandó soldados, sino que, con otros 60 países, apoyó a los americanos y británicos-?
¿O es contra la guerra que Francia ha declarado a los terroristas islámicos, que en un vídeo de esta semana, antes de la degollina ritual, amenazan a los franceses con seguir matándolos en los bares si no hacen con Hollande lo que la izquierda española con Aznar tras el 11-M?
Pero hace dos años que hay guerra en Siria y a los walking dead del Ejército Rojo, ex-anti-combatientes del MPDL (Movimiento por la Paz el Desarme y la Libertad), igual les daba Raqqa que Mosul. ¿Sólo para evitar el remoto peligro de que alguien lea su programa electoral van a jugarse la pulmonía?
El pacifismo más justificado del siglo XX fue contra la I Guerra Mundial, pero como, gracias a ella, Lenin llegó en el tren blindado alemán a Rusia, dio el Golpe de Octubre y, tras cruenta guerra civil, implantó el comunismo, bien estuvo. En la II Guerra Mundial, ¿era malo luchar contra los nazis? Mientras duró el pacto nazi-soviético, eso decían los PC; luego, no.
Pero confieso mi curiosidad: ¿Va a gritar Pilar Bardem, heladita, contra la Guerra de Cuba? ¿Va a desfilar Cebrián contra la Reconquista? ¿Va a prohibir Iglesias Casablanca y La Marsellesa?
Lo nuevo es viejo, decía Mao. Y de viejo murió.
No es que yo sea fan de Federico, ni mucho menos, pero me han parecido curiosas e interesantes las preguntas que plantea en el artículo, sobre todo después de mi última entrada. El original lo pueden leer aquí.
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