Pepino masmolable cien por cien |
Eso no se hace, pero, en fin, es una de esas cosas que uno no puede controlar y hay que asumirlo.
No me arredré, no obstante, y me hice al campo, rememorando en la memoria algunas trazadas del viernes, y en busca de un sendero cuya ubicación me indicó Dani.
Y lo hallé, claro.
Mereció la pena porque, a pesar de ser el tercer día consecutivo haciendo ejercicio, me encontré muy bien, y el tiempo acompañó.
Para rematar la jugada, hoy he jugado un partidito de pádel. Prácticamente dos horas dándole a la pala.
Hemos perdido, pero estoy muy contento conmigo mismo porque la pierna ha respondido bien, mucho mejor que la última vez. He ganado arrancada, explosividad y resistencia. No soy la sombra del que era, pero espero encontrarme ahora mismo en una progresión de la que todavía queda para llegar al final.
Sigo avanzando, noto mejoras, y eso me hace feliz.
MJ, mi compañero de hoy ve el deporte de manera muy diferente a mí, no es un soul cyclist -una vez vino conmigo y acabó vomitando...-, sino una de esas personas para las que el ganar está por encima de todo. Se enfada cuando pierde, y hace gestos violentos y pega pelotazos si algo no le sale bien. Yo en cambio, me descojono frecuentemente, sobre todo si tengo algún fallo gracioso...
Para mí, todo esto es un camino que hay que recorrer. El camino es lo que importa. Me gusta el camino.
A pesar de lo comentado, creo que hacemos buena pareja de pádel, y pronto ganaremos a Salas y Josemari.
Esta noche nos han tomado una instantánea para inmortalizar el encuentro:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.