Los chicos de Pink Bike visitan la sede de la pequeña fábrica norteamericana, donde practican unos curiosos test para comparar la resistencia de un cuadro de fibra de carbono frente a su homólogo de aluminio. Los datos son concluyentes, y ya esperaba yo el resultado final.
Lo que no esperaba es lo del final, que es lo que los practicantes del enduro más duro siempre hemos temido... y que ahora ya no hay excusa, salvo la pecuniaria, claro está.
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