jueves, 1 de marzo de 2012

P29er


Tom Ritchey es Tom Ritchey, o sea, para que me entiendan, su singularidad es total y absoluta en lo que al mundo de la bici de montaña se refiere.
Hace treinta y ocho años, más o menos -no me salga ahora algún quisquilloso listillo corrigiéndome por unos meses-, Tommy, junto al inconmesurable y genial Gary Fisher, dieron forma a las primeras bicis de montaña dignas de dicho nombre, los primeros cuadros hechos por y para la eficacia off-road.
Su maestría interpretando las necesidades y demandas de los ciclistas fuera de la carretera, dieron lugar a numerosos inventos y soluciones que han llegado hasta nuestros días, o bien fueron hitos que marcaron un antes y un después.
Pero dejemos ahora las lecciones de historia, y vayamos al presente:

Tubería triple conificada, pipa de la dirección de una pulgada con rodamientos integrados, tirantes tipo espagueti, punteras deslizantes para singlespeed, acero de la mejor calidad, acabado inmejorable de las soldaduras... son algunos de los toques que marcan la diferencia.


Diseñada para correr, sin duda, no es bici para viejos, sino para aquellos que quieren extraer el máximo placer a la par que prestaciones dignas de una bici de competi.

En definitiva, la burra esta es muy chula, y más en los colores y decoración retro, emulando a aquella legendaria P21:

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