O, en todo caso, ¿vale el carril bici como un sendero urbanita, como una vía que en una par de ocasiones o tres se retuerce en algunas curvillas, con sus repechines y algunos baches? No, sin duda, no.
Cada cosa tiene su nombre, eso es así, y el carril bici, creo que ya lo dije en alguna ocasión, es lo peor. Hoy, para más inri, he tenido un breve intercambio de palabras con una señora -por llamarla de alguna manera, pero, desde luego, muy señora no era- que llevaba un perro suelto:
- yo: cuidao con el perro!
- ella: ve más despacio, oye.
- yo, al tiempo que paso por su lado levantando la mano y haciendo un gesto con el dedo índice de vaivén lateral: ¡No!
Que fuera más despacio, dijo, y yo que iba calentando, con un viento de fuerza 3 en contra, juas. Si supiérais las sensaciones cuando llegué a la playa de La Bota y vi a unos tipos haciendo kitesurf... La envidia fue en mí.
Aproveché la breve parada en el descansadero para tomar unas imágenes electrónicas, con la luz en uno de sus mejores momentos. Una pena que por la ubicación de nuestra costa no fuera adecuado hacerlas con el mar de fondo:
Obviamente, la talla de la bici es enorme, como para un tío de uno noventa, más o menos, con lo que me sobra por todos lados. El sillín no pega ni con cola, pero es un Selle San Marco "US Postal Service" Edition, como el del caníbal Lance, y es, sin duda, infinitamente mejor que el San Marco "Rolls" original de la bici.
Por otro lado, el plato pequeño de 39 dientes, el más pequeño que se puede poner en esas bielas, ha sido estrenado satisfactoriamente. No fue posible encontrar una piñonera diferente, con piñones más grandes... hace veinte años que ya no se fabrican, la bici es de primeros de los noventa, imagínense, lejos de los estándares de calidad de las transmisiones y materiales de construcción de hoy día. Pero, total, para dar una vuelta un par de veces al mes tengo de sobra.
Ayer estuve corriendo por la noche, 2'40 km en 19'51", una media de 8"15 el km, con una velocidad máxima de 6'31" por km. No les aburriré con más números, pero sí les contaré que he avanzado mucho en sólo tres sesiones, aunque el esfuerzo ha tenido sus repercusiones. No es lo mismo pedalear en una bici, en la que el peso está casi todo en el culo, el movimiento es suave y circular, no hay impacto que joda las articulaciones... Correr es más duro en mi estado, se nota mucho la debilidad del pie izquierdo, el gemelo que no impulsa como debiera, el fémur que hace que tenga sensaciones raras.
Soy de la idea de hacer un ejercicio suave al día siguiente después de un esfuerzo, me ayuda a recomponerme, suelto las piernas y todo va mejor después.
La media es mejor, mucho mejor que la última vez que hice esta ruta, allá por Septiembre. En estos meses he mejorado muchísimo, pero podría haber sido más rápido si no hubiera tenido la compañía de Eolo, que estaba un poco cabreado esta tarde:
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