"La gente cree que el mentiroso obtiene una victoria sobre su víctima. Yo he aprendido que una mentira constituye un acto de abdicación, porque, al mentir, uno capitula entregando su realidad a la persona a quien miente, y la convierte en su dueña. A partir de entonces nos condenamos a fingir la clase de realidad que aquella persona requiere para ser engañada. Si se consigue el inmediato propósito de la estafa, el precio que se paga es la destrucción de lo que se deseaba ganar. Quien le miente al mundo es esclavo del mundo a partir de ese momento....
No existen las mentiras piadosas, tan solo la negra destrucción, y una mentira piadosa es la más negra de todas."
Hank Rearden en La Rebelión de Atlas.
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