jueves, 29 de septiembre de 2011

Siguiendo con el tourbillón...

El reloj que el tenista español Rafael Nadal luce en su muñeca, el RM027 Tourbillon, ha alcanzado la cifra de 510.000 euros en una subasta realizada en Montecarlo.
La cuarta edición de la subasta "Sólo relojes", que se organizó en el hotel Hermitage de Montecarlo la semana pasada, y que contó con la presencia del príncipe Alberto, expuso este modelo que Richard Mille creó para Nadal y que el tenista lució durante la pasada final del Masters 1.000 de Montecarlo, en la que ganó al también español David Ferrer.
La puja final por este reloj, catalogado como el más ligero del mundo y con una edición limitada de 50 piezas, fue de 510.000 euros.
La subasta tenía como finalidad recaudar fondos para la investigación de la distrofia muscular de Duchenne (o distrofia muscular progresiva). En total se subastaron 40 relojes consiguiendo una recaudación de 4.563.000 euros para esta causa.

Nadal, en Montecarlo.
Rafa en Montecarlo

El objeto subastado

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Watch talk: Apocalypse Now

Desde hace unos días ya no hago entradas "watch talk", porque he percibido un feedback bastante negativo al asunto este de los pelucos. Me he limitado sencillamente a poner retratos sin más explicación que el modelo de que se trata, sin contarles nada de su maravillosa historia, las motivaciones que me empujaron a su adquisición, el tiempo que llevan conmigo, ni nada de nada.

Pero este ejemplar que ahora les relato es un poco más especial que los demás. Por tanto, a quien no le mole esto ya sabe lo que tiene que hacer: nadie le puso una pistola en la cabeza para que visitara este sitio, y es libre de abandonarlo ipso-facto sin necesidad de que yo le autorice, faltaría más.

Al turrón:

¿Quién no ha visto aún esta obra maestra del cine antibélico?




Este fragmento es muy aleccionador sobre el tratamiento que se da a la guerra en el filme. Frases célebres: ¿Hueles eso, eh, hueles eso? Aquella colina olía, olía... a victoria.
El jodidamente loco coronel Kilgore arengando a su cuadrilla más allegada a hacer surf en medio de una batalla, mientras sus tropas se tiraban al suelo cada vez que escuchaban silbar un obús y él permanecía impertérrito e inmutable entre la arena levantada y el viento, rocas, sangre, fuego, balas, etcétera. Parece la guerra de Gila, pero no lo es en absoluto. Se relata, en cambio, el desastre en que se puede convertir una guerra así, en la que cada mando establece su pequeño virreinato y se erige como un ser supremo endiosado hasta lo imposible, hasta lo indecente, hasta lo ¿inmoral?
En otros tremendos pasajes de este film, que se suceden ante los atónitos ojos del espectador receptivo, podemos ver más ejemplos de la locura que embarga las mentes débiles de soldados que permanecen durante meses bajo la presión de Charly, el abandono de toda moral o principios de actuación humana, porque en la guerra parece que es verdad eso de que "todo vale".
Así, se suceden asesinatos inexplicablemente estúpidos e impunes, violaciones, tráfico de todo tipo de sustancias y mercancías, legales o no, incluso pertenecientes al ejército, y en grandes cantidades; fiestas en medio de la jungla... la locura.
Y de este modo esa locura llegó al coronel Kurz, interpretado por el irrepetible Brando, en una de sus actuaciones más controvertidas.

Pero no es el gran Marlon el prota de la peli, sino el capitán Willard, a quien da forma Martin Sheen. El capitán recibe la misión de eliminar a Kurz, para lo que deberá realizar un viaje de unos 75 km río arriba en medio de la selva, y adentrarse en Camboya. En este viaje, Willard verá todo un catálogo de aberraciones y desfases, pierde algunos hombres, casi todos, y llega a comprender al hombre al que tiene que matar. Sufre por ello, y se debate entre el deber y lo correcto.
Aquí, y ahora, el monólogo final del coronel Kurz: "he visto el horror"




El reloj que el capitán Willard lleva durante todo el metraje es un Seiko 6105, el diver "asequible" de Seiko de la época.



Este era un reloj popular entre los soldados de la Guerra de Vietnam, porque resistía bien la humedad del ambiente, los manglares, los ríos, el clima caluroso, el sudor, los golpes y tal y tal. Muchos lo llevaban, sobre todo porque era fácil de encontrar, y barato, en los aledaños de Saigón.

En esta instantánea pueden observar el modelo totalmente original.
Hoy día es harto complicado hacerse con uno de éstos precursores de la tradicional estética diver de Seiko, que ha llegado hasta nuestros días con ligeras variaciones. Y cuando se logra, los precios pueden dar lugar a palpitaciones, taquicardias y sustos varios. No apto para mileuristas, desde luego, aunque conozco a mileuristas con plasmas de 5000 ecus en el salón de casa y un BMW en el garaje.

Un recurso alernativo es hacerse con un modelo 6309, su sucesor en el tiempo -precisamente el que llevaba Ed Harris en "Abyss"-, que sigue manteniendo en sus primeras series la caracterísitca caja tipo "tortuga" o "cojín", y cambiar el dial y las agujas por las originales del 6105. La estética es prácticamente idéntica, y la maquinaria un pelín más moderna. No obstante, en un relojillo de esta antigüedad no es conveniente adentrarse en el agua, como mucho para lavarse las manos y con mucho miedo... a menos que esté convenientemente revisado y puesto a punto por algún taller relojero en condiciones, de los que, desgraciadamente, en Huelva no hay ni uno.

Aquí les presento mi 6309-7040 modificado con dial y manecillas de 6105:



De todos modos, siempre hay modos alternativos para hacer las cosas... conque ya he ideado una forma para comprobar su estanqueidad a poca presión, que tampoco voy a meterme a 40 metros con esta antigualla, que data de Julio de 1984.
La caja mide 44 mm de ancho, y unos contundentes 48 en la diagonal de la corona. Su grosor roza los 14 mm. A pesar de esas masivas medidas, en la práctica no parece tanto por ser la corona de un diámetro inferior al cojín de la caja.

Espero que a mis detractores no les haya gustado el reloc en cuestión. A mí, por contra, me produce un masmolismo considerable, y prefiero llevar esto en mi muñeca a casi cualquier otro de los muchos relores que ostento, quizá por esa mezcla de reloj de batalla -nunca mejor dicho-, instrumento, fácil de leer, cómodo de llevar, resistente y válido para casi todo.

¿Renglones torcidos?

Durante mi estancia en la 320 del Virgen del Rocío, hoy ya tan lejana, ocurrieron muchas cosas. Algunas de ellas ya fueron relatadas en su día, supongo que con mayor o menor gloria: anécdotas sobre compañeros de habitación, situaciones desesperadas de dolor, mis experiencias con la cuña, y cosas así.
Hoy voy a referirme a otro asunto no menos importante, al menos para mí.
La "miniGixer", que es el instrumento de mi desgraciada situación actual, fue apalabrada en aquellos días extraños, días inciertos, días nublados en parte por las drogas, la aflicción, el dolor, la desesperanza, la frustración.
Este soy yo sobre la miniGixer en pleno apogeo:
Kneedraggin' en el Circuito de Monteblanco, La Palma del Condado, Huelva
A pesar de las numerosísimas satisfacciones que tal artefacto me había causado, siendo fuente de placer y artífice de momentos memorables, en un momento dado, postrado e inmovilizado en la cómoda cama hospitalaria, la decisión de sustituirla por una cierta cantidad de euros fue tomada.
A posteriori, una vez más calmado, ya con muchísimos menos dolores, y con la claridad de pensamiento que da la distancia y el tiempo, me di cuenta de mi error, pero uno se debe a su palabra, o al menos algunos todavía somos esclavos de nuestro honor. Había yo hecho ya ciertos planes para el futuro más o menos mediato en cuanto a mi afición sobre el arrastre de la rodilla se refiere, bien en base a una sustituta para mi miniGixer para la explotación del gen piloto, bien en cuanto al planeamiento de diversos viajes de diferente índole, tanto peninsulares como internacionales, tanto hacia el Sur como hacia el Norte.
Pero figúrense que por hache o por be todo ha sufrido un revés. Los designios de Nuestro Señor son inexcrutables, y es cuando aparecen los renglones torcidos: la situación personal del intencionado adquirente se ha torcido más de lo conveniente, por lo que el trato ha sido deshecho. Realmente no he sufrido alegría, pero tampoco pena, siempre hablando de mi situación personal, claro está. A él le deseo lo mejor, por supuesto, y seguro que vendrán tiempos mejores. Siempre vienen.
Ahora la miniGixer ha vuelto a ocupar su puesto en el garaje, justo delante de mi destechable biplaza, bien tapadita con su funda, y ubicada sobre los caballetes pertinentes, sin apenas daños aparentes a pesar de haber deslizado grácilmente sobre el asfalto de Portimao a más de 160 kilómetros por hora. Maravillas de la técnica y la suerte.
Fui a recogerla la semana pasada, e increíblemente arrancó al instante tras más de cinco meses de inactividad, ante mi asombro y el de mi fiel acompañante y sin embargo amigo, Joseantonio. Me ayudó a montarme sujetándola y cogiendo mi muleta, metí primera y subí la cuesta del garaje.
Las sensaciones fueron raras, contradictorias, pero halagüeñas. Sentí el palpitar de la sangre en mis arterias, el bombeo insistente de ese músculo llamado corazón. Cuando al fin paré la moto y bajé, nuevamente con la ayuda de Joseantonio, fui incapaz de reprimir un temblor que sacudía mis manos, y casi lloré de la emoción.

Han pasado varios días, una semana realmente, y ahora, con esas sensaciones maduras, me he atrevido a plasmarlas en este bloc que se ha convertido, sin yo quererlo, en un diario de mis vivencias.

Compruebo que todo vuelve a la normalidad muy poco a poco, y creo que en unos meses estaré listo para dar una vuelta sobre dos ruedas.

No he podido evitarlo

No he podido, no. Es lo mejor que he leído hoy, hasta ahora, porque a pesar de las horas que son seguiré aún un buen rato.
Por tanto, una vez más, lo publico aquí, es inevitable, y espero que haga pensar a más de uno y de una:

La talla de los súbditos determina la de sus dirigentes.

martes, 27 de septiembre de 2011

citas:

"Si en un principio, la idea no es absurda, entonces no hay esperanza para él."
Albert Einstein

"Y el problema es que si no se arriesga nada, arriesga aún más."

El tourbillon

Esto no es un tourbillón, es un cuádruple tourbillón:




GREUBEL FORSEY quadruple Tourbillon à Differentiel Sphérique
Automático, calibre JLC912
Precio: Desde 518.000€

A la vista del foto, un sujeto dijo:
"Quién es el lelo que paga eso por un reloj tan feo. Yo tengo un lotus que le da mil vueltas y me costo 30000 pesetas", y luego incluso añadió: "Acabo de enseñar la foto del turbillon a mi amada y le digo ¿cuánto dirías que cuesta este reloj? Piensalo bien y con calma. Me ha dicho 300 jaleuros... (yo ubiera dicho unos 1000€)". Sí, literalmente, "ubiera" sin hache. Tenía más errores de sintaxis y ortográficos, pero he preferido corregirlos para no dañar la vista.
Menos mal que otro individio, un poco más conocedor, le ha dado la siguiente explicación:
"Acerca de que el reloj le parezca feo, no opino. No creo que haya que opinar. Los gustos son totalmente personales, y no hay nada que discutir. Una cosa te gusta o no te gusta. Punto.


Respecto a que su Lotus le de mil vueltas, permitale que le hable de mi vecina del 2º piso.
Ella tiene un Citroen C5 de color gris que le lleva a trabajar, y con el que probablemente lleve a los niños al colegio.
Su concepto de vehiculo es basicamente el de una caja de zapatos con ruedas, que le lleva y le trae, y de vez en cuando se lleva a un taller.


Si le preguntara acerca de gastarse X Leuros en un Opel Speedster, su primera respuesta seria ¿y eso que es?
Si yo hiciera el esfuerzo de explicarselo, una vez lo hubiera entendido, probablemente me diria que no ve ningun sentido a gastarse eso en una tabla con ruedas y dos asientos.
Con esa pasta, compraria un C5, y por la diferencia, pondria cortinas, lamparas, y cambiaria algun electrodomestico.


No me cabe la menor duda que, sus conocimientos acerca de relojeria, no superan a los de mi vecina acerca de automocion.


Teniendo en cuenta que un reloj con un tourbillon sencillo se puede encontrar entre 50 y 110 mil Leuros, valorar un cuadruple tourbillon en torno a los mil, no hace mas que confirmar mi teoria..."

Añado para la correcta comprensión del concepto:


Citroën C5

Opel Speedster

lunes, 26 de septiembre de 2011

domingo, 25 de septiembre de 2011

Las reglas del rugby

A ver si nos enteramos de una jodida vez el cómo y el porqué se forma la melé, COJONES.



LYNX - Rules to Rugby from Soap Creative on Vimeo.

Yo quiero ser así de macarra, forever.

sábado, 24 de septiembre de 2011

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Kalifornia

Iré al grano: ayer, haciendo uso del canon digital, pude disfrutar de esta película, que es "de culto", Wikipedia dixit.
Hombre, la peli a mí me gustó, pero de ahí a decir que es de culto yo creo que va un rato largo. De todos modos, no es el momento ni el lugar de dilucidar qué sea algo "de culto".
El cartel del filme:



Y aquí un trailer, en versión original, por supuesto, que es más acojonante. Atención a la escena del minuto 2, una de las más hilarantes de la peli:



En esta obra podemos ver a un David Duchovny en su línea -a mí nunca me ha parecido un buen actor, pero bueno, su tipo de actuación es el correcto para lo que se espera del personaje, aunque me hubiera gustado un poco más de furia en las escenas finales-. Asimismo, es una pena que la magnífica Michelle Forbes sólo aparezca con el pelo largo en la escena final, epílogo, porque está increíblemente hermosa así. Cumple su papel a la perfección.

Copipego de la Wiki para no marear la perdiz: Un periodista llamado Brian Kessler se decide a recorrer los lugares donde los más prestigiosos asesinos en serie vivieron a asesinaron, pues iba a escribir un libro sobre ellos. El viaje lo realiza con su novia Karrie, aunque ponen en un tablón de anuncios una proposición para realizar el viaje acompañados, y pagar gasolina y comida a medias. Un asesino en libertad condicional se decide a realizar ese viaje, para escapar del estado y de su agente de la condicional, y acepta la proposición, lo que trae numerosos problemas a la pareja.

El papel de asesino lo hace Brad Pitt, quien, por supuesto, lo clava. Es su época dorada, en los noventa, con trabajos como Leyendas de Pasión, o Doce Monos, en los que podemos ver sus más variados registros y saliendo con nota de cualquier personaje. Vayamos a Kalifornia de nuevo. Pitt es un criminal en libertad condicional, y aunque en la peli se especula y se dan un par de versiones diferentes sobre su pasado, no se dice expresamente que fuera condenado por asesinato. No obstante, su problema no es que sea un asesino o no, y si lo fuera, tampoco es la cuestión tratar de encontrar respuesta a las causas o a si lo es en serie o discontínuo -este último término lo acabo de acuñar, olé-, un mero asesino ocasional o por conveniencia. Se quiere dar la impresión de que es un individuo sin sentimientos, sin eso que se llama conciencia. Incluso se insinúa que no distingue el bien del mal, y que no tiene moral o no comprende tal concepto, pero en verdad esto no es así porque el puede comportarse de modo más o menos decente, dentro de lo que su escasa o parca educación puede dar de sí.
De hecho, uno se pasa más de media película preguntándose quién está más tarado, si Brad Pitt, o el personaje que interpreta Juliette Lewis, una vez más haciendo de ¿retrasada? ¿boba? ¿corta? ¿estúpida?, y con ese peinado y ropas que le hacen llevar. Es horrible, dan ganas de vomitar, la verdad, porque es un dejá vue cuando luego ves "Asesinos natos" y hace prácticamente lo mismo. Kalifornia es de 1993, y la otra de 1994.
Pues para que vean el bellezón de chica que es, observen:


En fin, la peli me la recomendó mi colega y gran amigo, o el hermano que nunca tuve, La Julia de España, allá por el siglo pasado, y no ha podido ser hasta ahora que la he podido disfrutar.
Le pongo un siete coma tres, y no le pongo un ocho y medio por haber sacado tan desastrosa a la Lewis, o con el pelo tan corto a la Forbes. Ea.

martes, 20 de septiembre de 2011

Dolor



Federico Ezquerra, primero en coronar el Telegraphe y el Galibier en el Tour de 1934.

cita:

Esperar que la vida te trate bien porque seas buena persona es como esperar que un toro no te ataque porque seas vegetariano

Dennis Wholey

viernes, 16 de septiembre de 2011

El cazador

Impresionante documento en el que un nativo baja a veinte metros durante casi tres minutos, sin aletas, con gafas de natación, sin cuchillo, con un fusil de antes de la guerra...

jueves, 15 de septiembre de 2011

Lumen

Del latín lumens-luminis, significa luz, y en el argot relojista se refiere a la cualidad de cierta pintura que se aplica generalmente a los índices -marcadores de las horas en el dial- y en las manecillas. Algunos fabricantes de relojes de submarinismo también suelen aplicar un puntito en el bisel giratorio, pero los hay que también lo aplican a más números o índices de dicho bisel, y a amplias zonas del dial.
Antiguamente se usaba un elemento químico, el tritio, que es radiactivo. Hoy en día se usan otros productos luminescentes, conocidos como Luminova y Lumibrite.
Se me ha ocurrido tomar unos pictogramas para ilustrar todo ello, pero he comprobado que el aifón tiene ciertos problemas para enfocar en la oscuridad...
De todos modos, ahí va una toma del Seiko FFF:

Se aprecian claramente las agujas con forma de espada, marcando las ocho menos diecisiete, y la punta de la trotadora o segundero que está entre las doce y la una. Asimismo, el índice que marca las doce es el doble de ancho que los demás, y falta el de las tres porque en su lugar se encuentra el fechador. La instantánea no hace justicia al brillo real de este reloj, que se mantiene durante toda una noche perfectamente legible.
Ahora verán el honroso ejemplo de mi Swatch Irony Scuba:

Aquí empezamos a ver diferencias reales con el Seiko. El Swatch es un verdadero reloj diver, y todo en él esta pensado para la efectividad subacuática, desde la caja monobloque, hasta la forma superabombada del cristal, pasando por el grosor exagerado y llegando, cómo no, a un lumen excepcional, tal como se puede ver en la toma positivada a color. El aifón ha logrado enfocar algo mejor, quizá por la mayor cantidad de luz que desprende el objeto, o quizá ha sido suerte, vaya usted a saber. No hace falta explicar lo que es cada aguja. Este reloj no tiene fechador -a mi me gusta que un diver sea así, cuanto menos parafernalia, mejor-, por lo que están presentes todos los índices, destacando el de las doce, que además de ser enorme es de color amarillento, mientras que los demás son verdosos, siendo los correspondientes a las tres, las seis y las nueve un poquito más grandes que los demás. Llama la atención lo luminoso que es, y no sólo eso, sino que además todo hace juego con la decoración general del reloj. No obstante, es justo reconocer que aunque potente, su duración total es inferior al Seiko.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Zombies Vs Unicornios







Varios

HBJ
puto loco del kunfú



El ciclismo también puede ser gracioso

Respuesta tan sincera como cachonda!!

Macao GP, año 2003



Conocido por ser MUCHO más peligroso que el TT de la Isla de Man, el Macau Grand Prix es una carrera de larga distancia en un circuito urbano completamente rodeado de guardarraíles y muros a pie de pista. No hay escapatoria posible, y el secreto de las vueltas rápidas está en aprovechar al máximo la anchura de la pista, a veces hasta límites insospechados.

Seiko 5, modelo 7009-3101, Octubre de 1981

El dolor

Hoy he ido a la oficina a llevar unos partes de baja médica, y en el meollo de una breve y distendida charla con algunos de ellos les he vuelto a narrar mi experiencia sicodélica derivada del abuso de drogas en la lucha contra el dolor, y que culminó con un parche de morfina en mi cadera, por cierto.
El día iba como otro cualquiera, había desayunado en un bar con el limitador, y luego había caminado dando un paseo tranquilo hacia el centro de la ciudad.
Pero ya había un pálpito raro, un aquí estoy yo que tenía un poco olvidado, la verdad. Al principio achaqué los pinchazos, el anormal entumecimiento de los dedos del pie, como el resultado de varios días seguidos de abusos físicos: el paseo en bici con los niños del domingo, la maratón de natación que tuve el lunes, variadas y constantes caminatas durante el día de ayer...
Volviendo a casa después de una visita bancaria y un par de gestiones administrativas de diversa índole, la cosa iba a peor. Sin duda. En un banco a mitad de camino me tuve que sentar unos minutos. Mi pierna se resentía enormemente, y hacía semanas que no me pasaba esto.
A pocos metros de mi casa, en la recta final, tuve que volver a tomar asiento en otro banco.
Por fin llegué a mi sillón favorito, pero me supo a poco... tuve que recurrir a la cama.
Un par de horas más tarde, me negué a acompañar al limitador para recoger a la prole, no me sentía con ánimos. Después del almuerzo me acosté un rato, y dormí casi dos horas del tirón. Pareció que la cosa mejoraba, pero no fue así en verdad. Unicamente estaba un poco más relajado, eso es todo. Luego me he quedado toda la tarde en casa, el dolor iba y venía: una agujeta intensa, un pinchazo insistente en el cuádriceps, el bícep femoral y el gemelo, todo, oiga. Amén del entumecimiento del tobillo y los dedos del pie.
A última hora de la tarde decido hacer una sesión de yoga, breve pero suficiente para lograr mis objetivos. Un pseudo Surya Namaskar, unas cuantas variaciones de la postura del gato, la hoja plegada, el niño, y para acabar un poco de estiramiento tumbado en la cama, de nuevo. Me he relajado tanto que casi me duermo -como en aquellas primeras sesiones de yoga avanzado cuando hacíamos Savasana- si no llega a ser porque el limitador entró en ese momento en la casa como un torbellino, lo cual es sello particular y propio de su a veces tan acelerada como contradictoria personalidad. "¿Qué hacías?", me espeta, y yo "un poco de relajación, llevo un día jodido". Me contesta "claro, es porque el viernes va a llover".
Ahora, después de cenar, más tranquilo y con suficientes ganas y energías como para escribir esta entrada a modo de catarsis, pienso en cómo no se me había ocurrido a mí eso. Tengo la guardia baja, no cabe duda. Hay que espabilar un poco.
Mañana a nadar otra vez, eso está claro.

martes, 13 de septiembre de 2011

Watch talk: Orient King Diver

Orient es una empresa oriental, como su propio nombre indica. Por tanto, como todas las empresas relojeras niponas, siempre ha estado a la sombra de su rival Seiko, rival por decir algo, porque Seiko siempre, siempre, ha estado varios escalones por encima. Finalmente, hoy día forma parte del grupo que lidera Seiko. O sea, sus maquinarias no son Seiko, la verdad, pero la marca pertenece mayoritariamente a ellos.
Pero hace treinta años Orient tenía unos sumergibles interesantes, con biseles interiores y cierto colorido gracioso, como muy oriental, como muy nipón o chino. No a todo el mundo le gusta esta estética, pero a mí sí, y por ello tengo uno.
El mío es un modesto King Diver fabricado en algún momento entre 1975 y 1980, supongo, pues no sé la forma de averiguarlo. Es tan modesto que ni si quiera pone "Kin Diver" en el dial.


Hasta el logotipo es sumamente oriental, pero se mantiene hasta nuestros días.
Este en concreto era inmersionable hasta los cuarenta metros. Orient fabricaba otros divers de gama alta que podían bajar muchos metros más, pero no hablaré de ellos, por lo menos no ahora, pues están lejos de mis expectativas como coleccionista.
Lo mejor de este reloj es que su tamaño es muy grande para su época, aunque plenamente actual, pues tiene unos 42 mm de diámetro y 13 de altura.
Además, el detalle de su bisel giratorio interno, en vez del típico exterior rodeando el cristal, es un plus estético.
Por ello, por sus formas y su colorido, tiene una gran presencia en la muñeca:


Aquì con correa de cuero.
Su caja mide 42 mm de anchura, excluida las coronas, y unos 13 mm de grosor. Hoy en día, con una correa milanesa, luce tal que así:


Mucho más retro, más setentero, ¿no?

lunes, 12 de septiembre de 2011

Watch talk: W1

Corría el año 1999 y yo estaba a punto de firmar el contrato más terrible de mi vida sin saberlo. Mi limitador, para hacer la cosa más llevadera, me regaló, en contraprestación al anillaco que yo le ofrecí -pagado por mí, y no por mi madre como ella siempre ha creído, aunque yo se lo haya dicho más de una vez-, un relojillo que a la postre se convertiría en mi compañero inseparable durante un montón de años, excepto en verano porque no quería sumergirlo en las saladas aguas atlánticas a las que soy tan asiduo.
Este fabricante ginebrino bastante joven, se dedica únicamente a los relojes de cuarzo, y de hecho su fama viene de la gama Othello de caballero, un reloj ultrafino de sólo 1'2 mm.
Pero el mío es totalmente diferente, es de la serie W1, unos relojes de aspecto deportivo, pretendidamente duros, pero manteniendo cierta elegancia, como se puede ver:



Como ven, es difícil hacer una toma sin reflejos.
 Su caja tiene un diámetro de 38'5 mm y un grosor de 10 mm, pero no sé qué cojones tiene su diseño que parece más grande. Es un reloj pesado para su tamaño, supongo que derivado de la robustez de la caja.
Tiene un movimiento de cuarzo de origen suizo, y es de los llamados en el argot HEQ -high end quartz- por su precisión y acabados. En los diez años ininterrumpidos de uso no he tenido que ajustar la hora ni una sola vez. NI UNA. Es el momento de decir que hay toda una corriente defensora de los HEQ últimamente... no lo que, per se, no da ni más ni menos valor a este reloj que ahora les presento.
Todo en él es de acero cepillado, como pueden observar, y hasta el dial tiene ese color uniforme. Sus formas son un poco, digamos, industriales, como de reloj herramienta, lo que a mí me encanta. El cristal de zafiro -extremadamente resistente, doy fe- está protegido por un bisel que presenta unas protuberancias uniformente repartidas cada hora y media. Mi unidad ha besado el suelo varias veces, y ha chocado con esquinas de todo tipo. Tiene varios rayones en su acero, y el armis -brazalete- está claramente rayado sobre todo en la parte del cierre, pero el zafiro se encuentra como el primer día.



El brazalete es precioso
 A pesar de su robustez aparente, aunque demostrada, el gran pero de este horológico es su reconocida insumerjabilidad, que para mí le hace perder muchos puntos.
En resumen, y acabando, su diseño parece sacado de debajo de un glaciar, pero su resistencia, siempre que no insistamos en mojarlo, pone un gran contrapunto a la pusilanimidad del resto de la gama RW.



Presencia molona.


The ultimate machine

Parece acojonante, pero no se lo crean: es un aparato para lerdos, torpes, gentes con poca sensibilidad en el puño o en el culo, o en los dos sitios. Esta moto no derrapa, no hace caballitos, no tienes que coger el embrague, no te rebota la rueda trasera en las frenadas fuertes...



Dominguismo

Cual dominguero, acompañado de mis criaturas, me he hecho el valiente, el fuerte, he cogido el velocípedo de mi limitador, y harto de ciclostátic he decidido dar una vuelta de tuerca a mi entrenamiento: ida y vuelta al "Colón" -vulgo dixit- por los carriles bici diseñados al efecto.


Gracias a una interesante, y además gratuita, aplicación para el aifón llamada "Endomondo", he podido recabar ciertos datos sobre el viaje de vuelta -sí, con la emoción del momento se me olvidó hacerlo a la ida-, que automáticamente se plasman en un planito del google maps:





Es bastante completa, si pasas el cursor por la zona sombreada, la que tiene el gráfico de color amarillo sobre la altitud y la velocidad, te dice la velocidad exacta de cada punto del recorrido. Joder, es gratis, mola un montón, y ya estoy pensando en obtener una sujección para poder llevar el teléfonito en el manillar de la burricleta.
Como íbamos despacito, sin forzar, me he permitido el lujo de grabar un minivideo tipo verano azul, lo que deja constancia de lo polifacético del aifón -y aún así tiene sus detractores, ji ji jiiiiiiii-. Tendrán que disculpar el tembleque:


domingo, 11 de septiembre de 2011

El HORROR

Hacía tiempo que no veía algo así, por lo demás bastante común en muchos hogares de la geografía nuestra tan querida.
¿En qué mente, en que torturada cabecita, por qué, cuándo, para qué? Necesito una explicación.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Du hast

Grande

Chuck Norris, dentro de su tremenda y reconocida grandez, no le llega a la suela de los zapatos a este gran señor:

cita:

La muerte es un rumor lejano para los jóvenes.

Andy Rooney.

cita:

Un hombre casado debería olvidarse de sus errores, no tiene sentido que haya dos personas recordando la misma cosa.

Visto en Miniyo. A mí no me pasa, pero conozco muchos casos reales, demasiados.

Watch talk: Bullhead

Curiosamente, hay un nexo de unión entre los aficionados al motor y los que lo son a los relojes. Es posible que ello ocurra simplemente porque al final se trata de lo mismo, la mecánica. Por eso los buenos amantes de los coches son conocedores de los motores, sus secretos, sus diferencias, y tienen sus preferencias. Por eso los amantes de los relojes son conscientes del lado mecánico de su pequeña máquina y huyen de los relojes de cuarzo movidos por la energía de una pila, en favor de los llamados "relojes mecánicos", cargados con cuerda manual o automática mediante el movimiento de una masa oscilante.
Una vez demostrada la unión coche-reloj, vamos a darle una vuelta de tuerca al asunto. Retrocedamos a los años setenta, gloriosos, magníficos, inigualables. Llámenme nostálgico o tontorrón si quieren, lo aceptaré de buen grado.
En los primeros setenta había una marca que fabricó unos relojes automáticos con función de cronómetro, con un diseño tan acertado que se convirtieron en la referencia. El éxito de la estupenda película, absolutamente imprescindible para todo buen aficionado al motor, estrenada en 1971, "La veinticuatro horas de Le Mans", protagonizada por Steve McQueen , película en la que impera la velocidad y sobre todo el Porsche 917, vehículo protagonista de la carrera y que precisamente el año siguiente gano la misma convirtiéndose en todo un icono legendario, el éxito de este filme, como iba diciendo, puso de moda un tipo de reloj llamado "bullhead", cabeza de toro, que se pudo ver posteriormente en otras pelis dedicadas a carreras de coches.
Todo buen aficionado a la velocidad tenía uno en su muñeca.



No obstante, es justo reconocer que el reloj que aparece en la muñeca de McQueen en el filme citado es el bonito y legendario Heuer Monaco:


Vale, ya he mezclado cine con relojes con coches, churras y merinas, tocino y velocidad, nunca mejor dicho. Así llegamos al Seiko 6318-0040, a mi Seiko Bullhead, llamado así por la disposición de la corona y los dos botones para la función crono, que están a las doce, en vez de a las tres que es lo habitual, dándole la apariencia de tener unos cuernos, unido al tamaño masivo de la fuerte caja de acero.


Pelucazo.
A pesar de ser de los años setenta, su diseño masivo y tamaño generoso lo hacen tremendamente actual.
La maquinaria automática es famosa por su precisión, y funciona de un modo estupendo hoy, treinta y cinco años más tarde. Hoy día es raro encontrar relojes automáticos con cronómetro, y si quieren uno moderno vayan preparando la billetera a base de bien...
Este reloj costaba en sus tiempos, para que se hagan una idea, lo mismo que un Rolex Daytona coetáneo, pero era mucho más preciso y fiable, y tenía una estética claramente diferenciadora. Por ejemplo, yo nunca tendría un Daytona, y en cambio, no he parado hasta conseguir este Seiko, e incluso me planteo perseguir la otra versión de color marrón, que es de una belleza altamente interesante.
El reloj, además, presenta el día de la semana y del mes en una singular posición a las seis, en vertical.


Se puede apreciar la forma de cuña de la caja.

La caja es asimétrica, es más alta por la zona de las coronas que por la parte baja, esto es así para facilitar la lectura de los datos cuando se lleva al volante, además la postura correcta del reloj no es como en los relojes normales, es en la parte alta de la muñeca con el fin de que cumpla el cometido de dar la información de velocidad, información que se encarga de dar el taquímetro que tiene en el dial.
Me pregunto porqué ya no se hacen relojes así de bonitos y especiales.
¿Ein? ¿Por qué?

Bello. Con presencia.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Entretenimiento vespertino hasta el ocaso

Superbodrio

Una pena, sí, una pena.
Hacía tiempo que no perdía el ídem de esa manera, la verdad, sobre todo, y lo peor, porque los pocos amigos que la habían visto me habían dicho que era muy chuli y divertida. "Un peliculón", dijo uno.
Hay que joderse, pues sí.

Es la película que se debió filmar en los ochenta, pero que, desgraciadamente, llega con treinta años de retraso. En todo momento se quiere dar una imagen de película de baja calidad en cuanto al meterial usado o la técnica de rodaje empleada, con brillos y reflejos nocturnos, luces y sombras extrañas, y un color raro raro durante todo el metraje.
El argumento me hace pensar en Los Goonies -del mismo director-, a ratos en Encuentros en la Tercera Fase, pero sobre todo a E.T.. De hecho, se puede entender como un E.T. rodado con peor calidad, mejores medios y embrutecido, adaptado a los tiempos modernos en los que hay que hacerlo todo a lo bestia para llamar la atención. O sea, si hay que arrasar un pueblo previo encarcelamiento de todos sus habitantes en una base militar, pues se arrasa. Si hay que asesinar impunemente a un profesor de instituto que encarna el bien, pues se asesina y no se hable más de él en el resto de la peli. Si el alienígena es de grande como un edificio de cuatro pisos, que lo sea, y si hace un agujero del tamaño de la T4 bajo dicho pueblo para moverse, pues que lo haga. Y la nave, qué decir de la nave y los cubitos mágicos.
En fin, que no quiero matarles el gusanillo con más spoilers. Sólo les recomendaré que no la vean y esperen a que salga en DVD, o mejor aún, que la vean online o al descarguen, para que aprendan de una puta vez a hacer películas de calidad, con buenos guiones, que hay que currárselo más, coño.
Hay muy poca imaginación en el cine de hoy, con mucho remake y mucha precuela y secuela inventada que nada aporta, nada nos dice, ni nada nos entretiene. Vengan simios originales, luego aliens y vaqueros -miedo me da, pero con esa no pienso picar-, otra versión de los tres mosqueteros, otra versión de Conan el Bárbaro, y así sucesivamente, y así nos luce el pelo.
Y luego se quejan de que el cine es ruinoso, que cierran las salas -los pobres, con lo barato que es ir al cine...-, que se las bajan, que no las ve nadie. Se lo merecen.

Emilio Calatayud

Qué grande, por Diossss, pero qué grande es:

miércoles, 7 de septiembre de 2011

lunes, 5 de septiembre de 2011

reborn: reencuentros

Con la llegada de Septiembre, he vuelto a la piscina del barrio. Ayer, domingo, por la mañana, fue todo un placer comprobar que mi tarjeta magnética me daba acceso a un casi fantasmal gimnasio, bajo la atenta mirada, aunque de soslayo, del chico gay que estaba en el mostrador administrativo.
Recuerdo la última que estuve por allí, con dos muletas y acompañado del limitador que me iba abriendo las puertas, y luego me acompañaba durante mi breve paseo por los aledaños mojados de la piscina.
Pero esta vez he ido solo por primera vez, valiéndome por mí mismo, y no he necesitado ya la sillita para minusválidos a la hora de entrar y salir del agua.
La natación, un placer: únicamente había cuatro mujeres nadando, con lo que había dos calles de sobra.
Nadé durante veinte minutos, lo que es mucho teniendo en cuenta el aburrimiento que me provoca, pero la motivación de la mejora física es suficiente para sobrepasar la barrera de los cinco minutos que yo nadaría en condiciones normales.
Cometí el error de salir rápidamente después del nado, y a pesar de la ducha con el agua fría, cuando terminé de vestirme estaba sudando. Hay que permanecer más rato en el agua para calmar el cuerpo, que las pulsaciones vuelvan a su latir normal, y que los músculos tomen una temperatura más fresca antes de abandonar el líquido elemento.
Luego, por la tarde, experimente con la bici del limitador, una Trek de señorita, de esas con el tubo horizontal que baja más de la cuenta, porque me resulta más fácil subir y bajar, y porque tiene pedales de plataforma que puedo usar con mis habituales chanclas veraniegas -por la inflamación del pie no puedo utilizar calzado cerrado, lo que es una gran jodienda, imagínense, tuve que acudir a una boda en Julio con traje y chanclas...-
Di unas cuantas vueltas por el garaje, con mucho cuidado, y fui tan feliz que estuve el resto del día con una impresionante cara de bobo sonriente.
Para rematar el día, y aprovechando que mi suegra está en casa -¿debería llamarla "corte de encendido", o "relimitador"?-, quien se pudo quedar con los cuervos que me sacan los ojos, fuimos como dos felices cónyuges a cenar a un restaurante que los lectores de Huelva supongo conocerán: La Plazuela, en Aljaraque.
El menú que elegí fue sencillamente espectacular. Hacía por lo menos un año que no pisaba el lugar, y aún así Juan, el maître, recordaba mi nombre perfectamente -ese hombre es un portento, y me encanta su manera de cantar los postres!!-.
Me pregunto porqué no voy más a menudo a ese sitio, y supongo que la respuesta está en el precio y en que hay que coger el coche para ir. Pero sobre todo el precio, que los honrados trabajadores y/o recibidores de compensación por causa de baja, no podemos afrontar regularmente.
Merece la pena ir y pedir cosas que se salgan de la sota/caballo/rey de la costa de Huelva, hacerse un poco el valiente y atacar platos más elaborados, porque su cocina puede, y además quiere hacerlo.
Entradas: para compartir, un plato de almejas "extra" al vapor, magníficas, sabrosas, grandes, jugosas; y para mí, además, jamón de atún sobre lecho de tomate natural triturado y ajoblanco con almendras.
Plato principal: taco de solomillo de buey con queso gorgonzola a la salsa de Café París. Lo pedí crudo pero caliente, como siempre lo pido en los restaurantes, y desde aquella vez que en el viaje de novios me lo hicieron bien en el Bistrot Le Procope, de París, hace doce años y medio, nadie ha sabido hacérmelo bien hasta el domingo. Soberbio.
Postre: compartido, pues ya íbamos más llenos de la cuenta, fue una tarta de mousse de chocolate y naranja, y una menta poleo.
Bebimos dos cervezas cada uno. Mi limitador pidió un menú más basado en el pescado, y tenía muy buena pinta, la verdad.
En total casi 120€, pero fue de esas veces que uno paga a gusto y hasta con placer y agradecido por haber comido con tal calidad.

Watch talk: Pogue

En esta ocasión voy a aportar un poco de datos históricos, y hablaré de William R. Pogue, Coronel de la USAF, piloto de la primera misión de larga duración de la NASA, la Skylab-IV, durante la cual Mr. Pogue llevó en su muñeca un Seiko 6139-6002, convirtiendo a este reloj en una leyenda: el primer cronógrafo automático en viajar al espacio. Dicha misión consistió en habitar durante 84 días en el espacio para hacer pruebas, experimentos y comprobar los efectos de la estancia prolongada en situación de gravedad cero en el ser humano.
Este señor lucho en la Guerra de Corea, llegando a volar en 43 misiones de combate antes del alto el fuego en julio de 1953.
Llegó a convertirse en un piloto experto en pocos años. De hecho, a los cuatro años de haberse alistado, se convertiría en piloto de los Thunderbirds de la USAF, un escuadrón altamente cualificado, llegando a hacer incluso solos.
De una breve entrevista hago este sencillo extracto sobre su relación con los relojes:
Pregunta: Usted ha señalado que posee un Rolex, adquirido en 1957/1958, utilizado en los vuelos Thundebird. Teniendo en cuenta la velocidad que se alcanza, ¿cómo mide los tiempos en el aire?, ¿Qué funciones de reloj o de cronógrafo se utilizan en el avión?
Respuesta: Mi Rolex lo recibí a finales de 1957 y todavía lo conservo. De hecho, lo llevo puesto ahora mismo. De todas formas, en nuestros vuelos llevábamos modelos económicos estándar de relojes de navegación (“hack” watches), que no tenían funciones de cronógrafo.

Aportación mía propia: lo de llevar relojes económicos era porque, sencillamente, había ocasiones en que los relojes eran sometidos a tanta presión y aceleración que se producían fallos mecánicos, y para joder uno bueno y caro, mejor joder uno barato, ¿no?

La verdad es que la NASA tenía un contrato de patrocinio con Omega, y facilitaron a los miembros de la expedión espacial sendos Speedmaster, pero: "No nos dieron el Omega hasta un par de meses antes del lanzamiento. Necesitaba un reloj para medir el encendido de motores y me recomendaron el Seiko. Fue muy útil a la hora de establecer los tiempos en el encendido. Había que fijar el bisel para el número de segundos apropiado, ya que en caso de que la señal del ordenador no fuese recibida por el panel electrónico había que gritar "apagado" y pulsar dos interruptores para cortar los propulsores de los motores."


Pero, qué cojones es eso amarillo en su muñeca???

Como curiosidades dignas de señalar, decir que los relojes, tanto Omegas como el Seiko, funcionaron a la perfección en gravedad cero, y lo ha estado usando desde 1971 hasta el 2005, en que fue donado para una asociación.

Hablaré ahora de mi Seiko 6139-6002:

Sin duda, es precioso.
 Esta pieza es una de las más impresionantes de mi modesta colección. Fabricada en Junio de 1972, tiene casi casi mi misma edad, y está absolutamente original, lo que es una auténtica rareza y lo hace aún más especial y valioso. Tiene original hasta el armis, y encima el día de la semana en español.
He navegado mucho, muchísimo, por la red, visitando constantemente la bahía en subastas imposibles, y visitando numerosos foros, incluso extranjeros. Pero dicen que Dios escribe derecho con reglones torcidos, y fue precisamente eso lo que me llevó a poder compartir hoy con ustedes esta belleza.
A muchos, como a mi limitador, no les agrada que la esfera sea amarilla, y su combinación llamativa con el bisel tipo Pepsi, pero a mí me encanta.
Este reloj lo hay en otras combinaciones de color más discretas, pero esas ya no son Pogue. El coronel tuvo uno exactament igual a éste.
Su calibre, el 6139, es famoso por su precisión, el mío funciona perfectamente, sobre todo el crono, con pefecta puesta a cero, y el giro del bisel interno, que es una pasada. Con el bisel externo podemos hacer la función de tacómetro.
El peluco costaba entonces unos cien dólares, mientras que un Rolex Daytona venía a costar unos pocos dólares más.

Aquí pueden apreciar el armis y la consistencia de la caja


Boys, boys, boys

Muchos ni la conocerán, pero a mí jamás se me olvidará el programa de fin de año del 87...

Dudas?

Nunca me cayó bien, y creo que lo he dicho por aquí alguna vez. Pero independientemente de lo intratable que sea Lorenzo en su vida privada, que a mí me importa bien poco, me tuve que quitar el sombrero ayer.
En Misano Adriatico Giorgio impuso la ley del más fuerte, fue el auténtico martillo de principio a fin, hizo una demostración de talento y puesta a punto perfecta. En una palabra: MACHACÓ, y a base de bien.
Su máximo rival hoy por hoy, el antaño justamente apodado Rolling Stoner, una vez más, dejó claro que eso del cuerpo a cuerpo no va con él. Puso su calculadora en funcionamiento, y tiró la toalla al comprobar que no iba a poder con el correoso y chulo de Lorenzo.
Stoner ha demostrado muchas veces que el enfrentamiento a cara de perro no es su especialidad, y siempre ha salido escaldado en las escaramuzas de corta distancia, esas en las que a veces hay roces de carenados, hachazos en sítios inverosímiles, y donde los cojones salen a relucir. Dani Penosa sufre la misma fobia.
Son pilotos que a lo mejor debían haber elegido otro deporte para pelear, de esos en los que es imposible el contacto físico, como el bádminton, el golf, o el vuelo sin motor.
Sea como fuere, JL arrasó demostrando que no todo está dicho, y que aún puede coronarse nuevamente world champion. Penosa le hizo un gran favor al adelantar a Stoner en el sitio más increíble del revirado circuito italiano, en la curva más rápida, una de derechas apodada "il curvone", de esas en las que parece que solo puede haber una trazada, pero Dani demostró al australiano, como le hizo Rossi a Lorenzo en su día en la última curva de Montmeló, que hay pilotos que están obligados a lo imposible para reafirmarse, para reflejar su status de piloto, de su grandeza al manillar. Porque recordemos que aunque Dani hoy por hoy no esté luchando por el título, ha sido world champion tres veces, y lo ha sido por algo. Una pena que sea de cristal...
Casey ha aducido que arrastra cansancio por culpa del jet lag, como si los demás pilotos no hubieran cruzado el charco el mismo número de veces que él. A mí me produce gran tristeza y decepción cuando un piloto pierde y busca las escusas más estúpidas. Nunca lo he entendido. Uno pierde porque el otro ha sido mejor ese día, punto. Pero hay pilotillos que no tienen la suficiente hombría para reconocerlo, y se cuentan con los dedos de una sola mano los que lo hacen. Rossi es uno de ellos, y no duda en felicitar inmediatamente al piloto que le gana en un mano a mano.
Hay que saber perder, y reconocer la valía del contrario porque eso, además, dará a su vez más valor a nuestra propia victoria. Pero hay muchos egos exagerados en el mundo del deporte de alta competición, mucho niñato malcriado que ha sufrido una infancia infeliz, mucho estúpido, mucho incongruente, mucho inmaduro. Fue el caso del hombre excusa, el de triste recuerdo, sí, Sosete Gibernau era un experto en eso, por ejemplo.
Lorenzini liderando por delante de las tres Mojonda oficiales
En una pista en la que las Mojondas no pudieron hacer valer su superior velocidad máxima y aceleración, insultantemente superior a las de sus rivales, debido a sus cortas rectas, la Yamaha iba sobre raíles, y Giorgio pudo pilotar como a él le gusta.
Igual pasó con Simoncelli, piloto de mi preferencia, injustamente tratado por los medios, sobre todo los españoles -fundamentalmente por ser italiano, supongo, no encuentro otra razón-. En unas últimas vueltas de infarto, en una tremenda lucha mano a mano con el oficialísimo compatriota Dovi, y un Ben Spies venido a más, impuso la ley del más genial, con adelantamientos imposibles por fuera y por dentro, aún con la desventaja de su mayor peso y una moto obviamente diseñada para una persona veinte centímetros más baja. Cada vez me gusta más este tipejo, que para mí es uno de los que más desarrollado tiene el "gen piloto" de la escuálida parrilla de motoGp:
Simplemente grande.