Pues sí, mis distinguidos lectores, estoy jodido. El lunes día uno de Agosto comenzó una nueva etapa en mi rehabilitación, o sea, en el camino de habilitarme para una vida normal, completa, plena y satisfactoria: dejé una de las muletas.
Ahora me tengo que desenvolver apoyando la pierna atrofiada más que nunca, forzando musculatura, tendones y articulaciones. Como consecuencia de ello, mi tobillo ha adquirido unas dimensiones que incluso asustan a primera vista, han aparecido nuevas agujetas, e incluso dolor a últimas horas de la tarde con el cansancio de todo el día bregando.
Por mi experiencia de cinco meses –joooooder, cinco meses ya!-, sé a ciencia cierta que en un par de semanas ya no me dolerá nada, ni me cansaré tanto, y entraré en lo que debería ser la recta final de la recuperación, a falta de saber, Rx mediante, si todos los focos de fractura están consolidando como es debido, porque hasta que eso no ocurra claramente, repito, CLARAMENTE, y hasta que no deje de hincharse el pie y el tobillo, y desaparezcan ciertos dolores en el gemelo como consecuencia de un nervio que debe estar siendo presionado en algún punto bajo la rodilla, hasta que eso no ocurra, mi admirado maestro del bricolaje humano no dará su visto bueno para que abandone la otra muleta, momento que espero se produzca en Noviembre. Ojalá, y bata así, nuevamente, otro plazo. Un año me dijo que iba a tardar en caminar con normalidad, y dos años para poder correr. Ya veremos.
Por lo demás, ayer tuve la visita de un cuñado, quien en un arranque de alegría y ganas de agradar, me llevó al cine a ver “Linterna Verde”. Ya se pueden imaginar los aspavientos y cimbreos de cadera y tobillo que tenía yo cuando salí de la sala al acabar la peli.
Cuando llegué a casa me dolía la pierna, me dolía el pie, me dolían la tibia y el peroné –homenaje a Olvido Gara-. Si a Vd. le gusta el mundo del cómic, pues muy bien, oiga. Si no, en caso contrario, olvídese de que alguna vez estuvo ello en la cartelera.
El filme en sí se puede ver, tiene gran cantidad de FX, como era de esperar, y tenemos el placer de ver a un superhéroe poco común, a pesar de que la historia de los green lanterns se remonta a los años cuarenta del siglo pasado. El guión es un poco extraño si uno conoce o ha leído con anterioridad la historia en papel, pues se ha simplificado todo de manera extrema, supongo que para que el vulgo populacho pueda alcanzar a comprender la trama.
Al final ha quedado simplemente en la eterna lucha –cliché cinematográfico y novelesco muy muy manido ya- entre el bien y el mal, representados aquí en sus manifestaciones más extremas, pues el mal es muy muy malo, y el bien es tan bueno que no se puede ni creer. Hay una actriz femenina cuyo nombre ni conocía, que es resultona de cara, pero tiene un cuerpazo de impresión. El actor protagonista tampoco está mal, la verdad. En fin, entretenimiento para el verano con temática diferente. Mi nota: un cinquillo, vamos a aprobarlo. Espero que el Capitán América sea más satisfactorio.
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