martes, 12 de julio de 2011

Fiasco

Transformers 3 ha sido la primera película que he tenido la desgracia de ver en el tan cacareado formato “3D”, o sea, el horror. Para mí es obvio y diáfanamente claro que es únicamente un argumento más de mercadeo. Nada de un gran avance, sino más bien todo lo antitético: es un claro paso atrás en la forma de ver o disfrutar de un filme.

Qué manía con complicarlo todo, la verdad. Vale que la peli en sí es una hez terrible y no aporta nada que no hubiéramos visto en las dos entregas anteriores de la saga transformista. Vale. Pero sin duda si optamos por ver la versión 3D la experiencia se torna en una tortura visual de más de dos horas y media que no tiene sentido y no lleva a ninguna parte.

Lo único que merece la pena son algunos planos espectaculares de la protagonista femenina, puesta ahí, obviamente, para el disfrute del personal masculino o sáfico, en su lugar, da igual la edad que tenga el público, porque la chavala, en verdad, es un pibón impresionante, un bombón de los que no se ven por la calle, una rara avis de coleccionista, para tenerla en un museo y exhibirla por lo que simplemente es: un objeto puesto para mayor disfrute visual de los demás.

Por lo demás, la peli no vale un pimiento, y supongo que habrá costado miles de millones. Qué más da. Pero vuelvo al asunto del tresdé. Es engañoso, engorroso, poco fiel a la realidad y por tanto artificial y artificioso en grado sumo. Empezando porque tengo que usar unas gafas que seguramente ha utilizado cualquier piojoso indecente antes que yo, lo cual es absolutamente intolerable por antihigiénico, amén de que el chasis o armadura o montura es asaz incómodo y se me clavaba en el puente de la nariz. Y eso que tengo una nariz entrenada para soportar todo tipo de lentes desde unos tempranos cuatro años de edad, por lo que puedo decir que llevo décadas de entrenamiento.
¿Por qué hay tanto alejamiento entre los sujetos que están en primer y segundo plano manteniendo una conversación cara a cara, a menos de un metro? ¿Por qué se exagera el efecto con un constante desenfoque del segundo plano? ¿Por qué no se aprecian los colores como es debido? El rojo es absolutamente inexistente en esta tecnología, así como el azul, y todo adquiere un tinte verdoso y oscuro, como si estuviéramos debajo del agua. A menudo, tanta intervención digital da la sensación de que, en algunas escenas, estamos viendo unos dibujitos animados. Es muy triste, muy malo, y no entiendo que algunos lo defiendan como una revolución. La verdadera revolución sería que nos aportaran películas con argumentos serios, interpretaciones soberbias, temas originales, tramas amenas. O sea, que nos entretengan y enriquezcan a la vez.
En verdad, el cine es un arte, pero como en todas las ramas del arte, hay diversidad de materiales, métodos, caminos, y visiones. La mayoría son una puta mierda, y los menos tienen mi respeto. O sea, que dudo mucho que los hermanos Coen, por poner un ejemplo, tuvieran la desfachatez de hacer un bodrio semejante, y menos con el cacareado tresdé. A la mierda.

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