"Ha pasado como medio minuto desde el accidente cuando aparezco en las cercanías de Ballagarey y veo un despliegue masivo de banderas que me hacen ralentizar la marcha hasta el punto de circular a 40 km/h los metros previos al escenario del desastre. Llego justo a la altura del incidente y me encuentro, una vez más en Man, un escenario trágico y tétrico. Paul yace en el suelo junto a la moto como si arrojaras un mono de cuero vacio al asfalto, miles de piezas y trozos de hierro, ruedas, carenados y demás inundan el ancho del brillante asfalto a la salida de Ballagarey hasta el punto de imposibilitar el paso físicamente a no ser que pasase por encima de algo. Pie a tierra y me detengo, los Marshall no me dejan continuar. El desconcierto entre ellos es palpable y nadie realmente parece saber qué hacer exactamente, bloqueados por lo impactante de la situación. Solo tardo dos o tres segundos en darme cuenta de que jamás en mi vida he visto una moto y una persona tan rotos y destrozados, como si de un accidente de avión se tratara."
Yo, reconociendo el lugar, le contesté presto:
"Ballagarey, también conocida como Ballascary. Yo me he encontrado algo similar en la sierra un par de veces.
Te lo voy a contar: una vez un motorista, después de atravesar un quitamiedos y caer por un pequeño barranco, tuvo que ser rescatado. Yo fui de los primeros en llegar, y no dudé en bajar a ayudar a los sanitarios que no eran capaces de subir al motorista a la carretera... Agarré al tipo de la mano para tranquilizarlo, y me quedé con todo el brazo. Fue horrible, el tipo ni se había dado cuenta de que tenía el brazo seccionado a la altura del hombro.
Volví a casa como en trance, no recuerdo nada más de aquella tarde.
Algún día, a lo mejor te cuento más aventuras mías. Algún día. A lo mejor."
Y él me regaló lo siguiente:
"Madre mia. No se como te quedan ganas, definitivamente tienes el gen."
Accidente de Guy Martin, en el TT de 2010, al perder la rueda delantera cuando corría a unas 170 mph, más de 270 km/h |
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