Siempre hay altibajos en todas las relaciones.
Un amigo me cuenta cómo le va con su limitador, una relación que no siempre es dulce y llevadera. Me dice que cada vez quiere controlarle más. Uy, eso es muy raro, le contesto -irónicamente, claro está-.
Lo último, o penúltimo, porque cada día me traslada alguna nueva confrontación, es que le insinuó que debía cambiar de amigos, o más directamente que dejará de frecuentar a un grupo de ellos. Así, sin más, y por lo visto se quedó tan pancha y a otra cosa, mariposa.
Yo, con los ojos muy abiertos por la impresión -porque la cosa es para impresionarse-, le intento animar, le apoyo. Los amigos no es un club de meretrices, o un club de campo, no es un sitio en el pagas una matrícula o inscripción, y posteriormente cuotas, y un día, aburrido, dejas de asistir. No. Yo creo que eso de tener unos amigos va un pocó más allá, simplemente porque uno no tiene amigos de la noche a la mañana, por lo menos si no te ha tocado la lotería.
Uno tiene cierta afinidad con sus amigos, empatía, aficiones comunes, algo. Y no se puede decir "ea, a partir de hoy ya no somos amigos". Eso lo dicen los niños de cinco años en el cole, pero no los de treinta y cinco o cuarenta.
Joder, pienso yo, decirle a un tipo que cambie o deje a unos amigos para siempre es como decirle que venda la moto, que deje la pesca y la caza, que se cambie de equipo de fútbol o que queme sus libros favoritos.
Eso no se hace, eso no se puede pedir. Y yo me pregunto: ¿qué puede estar pasando por la mente de ese limitador cuando le exige eso a un hombre?
Este asunto me tiene realmente sobrecogido, y llevo perturbado cuatro o cinco días desde que me enteré. No doy el nombre, ni siquiera un seudónimo, mote o apodo, para no herir susceptibilidades, porque el asunto es ciertamente serio, al menos para mí.
Joer...¿Cuando te he contado yo mis problemas con mi limitador?
ResponderEliminar¿o no he sido yo?
¿que estan todos igual??
Es normal! Los hombres, de naturaleza Yang, tienden a la expansión y al crecimiento (Yang) cada vez tienen más amigos y necesitan salir más. Las mujeres, de naturaleza Yin, tienden a la reclusión y a ir cerrando cada vez más el círculo.
De todas formas, la culpa es solo de tu amigo: a la primera que veas que una mujer empieza que si tus amigos, que si tal que si cual, amenazas con irte de casa y se ponen suaves suaves. Si no, puñetazo!!
Amén, es Vd. el puto Evangelio.
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