Ayer pude visionar una peli, aprovechando estas tardes de asueto y calma gracias a mi pasajero estatus de "rodríguez" de entresemana. Busqué en el normalmente reducido, a la par que decadente, catálogo ofertado por Imagenio, y me encontre con este filme que no conocía. Me llamó la atención Nicholas Cage, y leí un poco de qué iba, así como aproveché para observar el trailer que se ofrece gratuitamente. Y pareció prometer casi dos horas -1'53, para ser exactos- de entretenimiento. Como realmente fue, cumpliéndose el pronóstico.
La película en cuestión es dirigida por un alemán, un tal Werner Herzog, que, bajo mi punto de vista, lleva con auténtica maestría, a veces sometiéndose rigurosamente al guión, a veces improvisando claramente, al mencionado Cage, a la muy follable Eva Mendes, y un extenso elenco de actores secundarios a cual más valioso sin duda alguna. Parece que se trata, en efecto, de un remake de ‘Teniente corrupto’, cinta de culto dirigida por Abel Ferrara en 1992 con Harvey Keitel como protagonista.
Es una pena que no haya podido disfrutar de la versión original, pero he podido leer críticas desastrosas al respecto, por lo que mi interés ha decaído en consecuencia. Muy triste, ciertamente, ya que tengo a Keitel por un gran actor, de la vieja escuela, un tipo duro, capaz de despojarse de su alma cuando de interpretar se trata. Si puedo, no obstante, trataré de conseguirla.
Volviendo al remake, y teniendo en cuenta el fantástico canuto que me lié a la mitad de la peli más o menos, me entusiasmó. Uno está acostumbrado a ver pelis de polis y ladrones, de buenos y de malos, algunas con tramas de corruptelas, otras de grandes golpes y atracos. Pero pocas son como la que ahora comento, en la que se desciende a los infiernos de la psique del prota, un teniente de homicidios al cargo de un caso de asesinato/ejecución de cinco senegaleses. Este ser, tullido por un accidente, cocainómano, heroinómano, fumeta, putero, vicioso, ludópata y feo, a pesar de todo, tiene una estrella de esas que sigue a ciertas personas y le va solucionando los problemas... o eso parece. Es un in-crescendo de líos, encontronazos, corruptelas, hasta que parece que en cualquier momento alguien la va a pegar un puto tiro en la cabeza o algo así, porque el tipo vive al límite constantemente. El final de la trama es muy duro, y posiblemente no entendible para la mayoría del adocenado público, de modo que no se lo voy a desgranar aquí y ahora, está claro.
A destacar los momentos lisérgicos con los lagartos, lo cachonda que está la señora Mendes, y la caracterización del protagonista. Muy recomendable, en serio, no deben salir a la calle sin verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.