Hola, hamijos, soy el mejor amigo de Freemaniaco, y hoy me toca hacer una entrada, por fin. Para algo soy su mejor hamijo, arf, arf, arf.
Disculpen mis faltas de otrogafría, pero entre que no fui al cole y que el teclado no se pensó para una patas perrunas, pues...
Hoy hablaré de mis coleguitas del barrio, que no son muchos porque yo no suelo ser muy sociable salvo cuando alguna perra en celo anda cerca, guaaaau.
Hay un perro pastor alemán que ni siquiera sé su nombre, pero es que no me importa porque es un capullo, no tiene ni puta idea de nada, es un tontón del carallo. Luego está mi vecina Panchita, una labradora totalmente negra, que está como una puta cabra. Tiene ya casi tres años y sigue corriendo como una puta loca detrás de las pelotitas, piedras, palitos y cualquier otra cosa que le lance alguien. Sin conocimiento alguno, vamos, que si hace falta tirarse por un barranco para recoger el objeto, pues se lanza sin pensar. Una loca.
En la calle de atrás hay un par de canichces enanos absolutamente insoportables. Son unos gilis, y sin su ama no son nadie, pero nadie, en serio. Me dan un poco de repelús, tan blanquitos y con esa pinta de lamecoños que tienen. Y un poco más abajo hay un pastor belga que es un poco pasota. Ese me cae bien, la verdad, aunque tampoco ladra mucho. Por no decir que no ladra nada. Yo tampoco ladro habitualmente, porque soy más bien observador, pero mis habilidades principales pasan por ser muy rápido y deportista, o deportivo, y me encanta el campo y la playa y tal y tal. Y odio las correas. Y temo los bozales. Menos mal que no soy peligroso, al menos con los humanos bípedos, a los que también odio. A los humanos cuadrúpedos los soporto más o menos, suelen ser simpáticos y hablan mi idioma.
Por hoy está bien, que esto de patear el PC tiene su miga, y tampoco quiero que mi amo me pille.
Guau.
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