Todos, o casi, hemos tenido una adolescencia. Algunos incluso llegan a la juventud, la sobrepasan con cierta madurez, y terminan con una lustrosa lápida justo después del dorado otoño de la vejez. Otros seguimos en esa edad, como eternos teenagers, por nuestra incapacidad natural de madurar y hacernos productivas personas de provecho.
Allá por los primeros noventa, en pleno boom o estallido mediático de la escena grunge, quedé mentalmente tocado y físicamente boquiabierto cuando vi y escuché por primera vez a una de las más importantes bandas de Seattle interpretando en directo, en la MTV, su legendario tema "Jeremy". No tardé en conseguir el cedé original por cortesía de mi colega Mariano -al que hace demasiado tiempo que no veo-, siempre a la vanguardia musical.
Aquél fue el primer álbum de su carrera musical, titulado Ten. También fue el más exitoso del grupo, y a mí, personalmente, el que más me gusta. Es potente, a veces crudo, siempre magnífico en su composición musical y en sus letras. El virtuosismo de la guitarra solista, y la voz única de Vedder han marcado un antes y un después de la corriente supuéstamente underground del rock alternativo tan de moda en los años noventa, lo que es una total paradoja que me encanta, por supuesto.
Un poco de historia:
El guitarrista Stone Gossard y el bajista Jeff Ament tocaban juntos en una pionera banda de grunge llamada Green River . Después de la disolución de Green River en 1987, Ament y Gossard tocaron juntos en Mother Love Bone -para muchos, los ideólogos e iniciadores del movimiento Grunge, junto a Soundgarden- a finales de los años 1980. La carrera de Mother Love Bone se vio truncada por la muerte por sobredosis de su cantante Andrew Wood en 1990, poco antes del lanzamiento de su álbum debut, Apple. Debido a esto, Gossard y Ament tardaron meses en volver a querer tocar juntos, además de hacer que la música de Gossard de los meses siguientes se volviera más oscura que la previa. Después de unos meses, Gossard comenzó a practicar con el guitarrista de Seattle Mike McCready, cuya banda Shadow acababa de disolverse; McCready fue quién animó a Gossard a volver a tocar con Ament. Los tres decidieron entrar al estudio para grabar unas sesiones instrumentales con el batería de Soundgarden, Matt Cameron, por un lado y con el antiguo batería de Shadow, Chris Friel, por otro. Cinco de las canciones grabadas - "Dollar Short", "Agytian Crave", "Footsteps", "Richard's E" y "E Ballad" - se compilaron en un casete llamado Stone Gossard Demos '91 que utilizaron para intentar encontrar un cantante y un batería para el trío.
El músico y surfero de San Diego, California, Eddie Vedder adquirió una copia de esta demo en septiembre de 1990 de manos del ex-batería de Red Hot Chili Peppers Jack Irons. Vedder escuchó la cinta y al día siguiente escribió las letras para "Dollar Short", "Agytian Crave" y "Footsteps". "Dollar Short" y "Agytian Crave" después serían retituladas como "Alive" y "Once", respectivamente. Gossard y Ament escucharon la demo con las letras y voz de Vedder, y quedaron con Vedder para que fuese a Seattle para una audición. Mientras, Vedder había escrito la letra para "E Ballad", retitulada "Black". El vocalista llegó el 13 de octubre de 1990 y ensayó con el resto del grupo (ahora con Dave Krusen a la batería) durante una semana, escribiendo once canciones en el proceso. Poco después ontrataron a Vedder como vocalista y firmaron un contrato con Epic Records.
Hoy, en la oficina, rodeado de personal anodino, con caras de aburridos en sus tediosas y monótonas tareas administrativas, me he enchufado el ipod, como es costumbre en mí por la mañana temprano, y he atacado a mis somnolientas neuronas con Ten. Y decidí dedicarles esta entrada, a modo de homenaje personal a este grupo que llevo escuchando dieciocho años. Ya han alcanzado la mayoría de edad en mi corazón, y lo he escuchado tantas tantas tantas veces, que tengo muchos recuerdos personales asociados a las diversas canciones.
Les invitó a hacerse con el cd, si es que son tan brutos e ignorantes que no lo tienen todavía, y a escuchar atentamente los gloriosos riffs, la profunda voz, los ritmos sincopados de la batería, el bajo omnipresente... a disfrutar de un grupo de calidad incuestionable para el alma sensible y curtida, para el corazón instruido.
Amén.
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