Pozí, mirad mi cara de capullo empalmado con su fetiche sexual entre manos...
Aquí, la burricleta freerrai total, completamente montada, jarlll!!!!
Por último, el día del estreno en Olhao, Portugal total, con Isma y su flamante Stab, un día para recordar... y para nunca olvidar el tiempo perdido por no haber dado el paso de la VP antes. Flipa!!
domingo, 11 de marzo de 2007
lunes, 5 de marzo de 2007
Una línea de discusión abierta en foromtb.com, acerca de lo que debe considerarse o no una "trialera", ha hecho que me dé cuenta de la diferencia de criterios a la hora de calificar algunos obstáculos cotidianos del ciclista todoterreno.
Al margen de consideraciones semánticas, cuya única finalidad es tratar de expresarse con propiedad, que para eso está el magnífico y amplio vocabulario español -aunque cada vez más lleno de extranjerismos, eso sí-, lo importante es que nos entendamos, sea cual sea el palabro que lancemos por nuestra boca.
Así, los que hicieron trialsín, se refieren al bunnyhop como "potro", y yo, que en su día fui muy aficionado al monopatín, lo llamo también "ollie" -pronúnciese "oli"-, porque se trata del mismo movimiento extrapolado a la bicicleta. Otros confunden el "manual" con el "wheelie", y son cosas diferentes: el primero es cuestión de equilibrio puro y duro, y el segundo se hace pedaleando.
Pero estos ejemplos que expongo son cosas muy singulares. Hay otros errores, como el que se cita en el referido foro, acerca de conceptos más generales como lo que debe entenderse por trialera -se extrae de la lectura de los variados posts que estamos la mayoría de acuerdo en que es algo muy inclinado, lleno de pedruscos o raíces, y que es prácticamente imposible subir montado salvo haciendo trial-, freeride -de lo que ya he hablado en anteriores artículos de este mismo blog-, enduro, o qué sea un cortado. Aparte de un tipo de café con muy poca leche, un cortado es, básicamente un escalón, sí, pero habría que determinar cuándo deja de ser bordillo para convertirse en escalón, y cuando pasa de escalón a cortado.
Seguramente habría muchas teorías al respecto, y supongo que la visión del concepto dependería mucho del punto de vista de un practicante de rally, uno de enduro o uno de descenso. Así sucesivamente.
En definitiva, da un poco igual. La verdad más grande que hay en todas estas discusiones, por lo general bastante estériles, es que al final de lo que se trata es de disfrutar de nuestra bici todoterreno con total libertad. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
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