Escrita a principios de los años 20 del siglo pasado bajo el título de "Reanimator", y publicada por entregas en una revista, "El resucitador" es una de las más famosas historias de terror de H. P. Lovecraft y ha dado lugar a varias secuelas cinematográficas, aunque «actualizadas» y muy alejadas del original.
Inspirada en el Frankenstein de Mary Shelley, según el propio autor, narra las investigaciones del Doctor Herbert West sobre la muerte y la resurrección desde sus tiempos de estudiante hasta poco después de la Primera Guerra Mundial, en la que se alista como cirujano junto a su mejor amigo y ayudante.
Se trata de un cuento corto, apenas unas páginas, pero magistralmente narrado con el habitual estilo florido y espectacular de Lovecraft que, no en vano, se ha convertido por ello en uno de los autores clásicos del género de terror y ciencia ficción.
No lo leía desde hace muchos años, allá en mi época universitaria, donde gracias a mi predilección por la legendaria banda de metal Metallica, valga la redundancia, descubrí los Mitos del Cthulhu y toda esa literatura de ficción enarbolada alrededor de su mitología creada ad hoc, tan particular. Siguieron "El horror de Dunwich" y otros cuentos muy interesantes, hasta lo último que leí hace no mucho, "En las montañas de la locura", de la que ya hablé aquí, en una especie de proyecto de trilogía sucesiva entre Julio Verne, Edgar A. Poe, y el mismo Lovecraft, quien dejó en evidencia la calidad argumental y narrativa de los otros dos no menos famosos autores.
Siempre es grato y refrescante recuperar un texto como el de Reanimator, te vuelve a aquellos años felices, aprecias la calidad de tiempos lejanos (tan difícil de encontrar hoy), y disfrutas del placer y la comprensión de porqué un clásico siempre será un clásico.
Imperdible y obligatoria lectura, eso es lo que les digo.
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