Igualmente, no puedo evitar quedar ensimismado ante cosas como ésta, desmoengendros, máquinas tan simples como bellas en su concepto particular. Hasta hace bien poco tener algo parecido a ello era un target vital para mí. Ahora, hoy día, todo se ralentiza a mi alrededor, los planes aparecen y desaparecen, y lo único que hay en lontananza es preguntas y más preguntas sobre el cuánto, el cómo, el cuándo.

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